A mí, me parece que tú eres un poquito...”. Cree el ladrón que todos son de su condición. Una palabra hiriente en el circo de la noche entre risas y bromas. No hay nadie ahí dentro, sólo prejuicios escondidos en cachondeo. Como en aquellos trozos de pólvora que se metían en las pistolas del siglo pasado, todo está por pasar. Dispara y huye. O como en aquella cutre canción: “Eres diferente, diferente, al resto de la gente…”. Lo bueno y lo malo, lo que me gusta y lo que no, en mentes de cartón piedra. Todo es tan divertido en este espectáculo de la vanidad donde no hay lugar para el que no quiere estar. Púas como compañía. Mercado del intercambio de mentiras donde las pulgas licuan la mala leche. Y todo porque la idiotez campa en la ignorancia y en el estatus. Un mundo de frikis sería perfecto: un mundo de empollones, degenerados, pánfilos, raros, patas de elefantes, de heavys cerveceros, lectores empedernidos, culturetas, anarquistas, rockeros trasnochados, artistas fracasados, filósofos no entendidos, idealistas, utópicos, decimonónicos, dandys,… Para mí querría yo ese mundo y no esa mierda de mundo que defendéis.

Unos que no llegan y otros que les sobra, al final se reduce todo a lo mismo. Lo importante es que el gobierno ha aprovechado el ruido de fondo, muy bien orquestado como siempre, para quitar la ayuda de la miseria, aquella de los 426 € mensuales. Habrán pensado que como con ese dinero no se hace nada, para que darlo. Ya cuando el ruido era multitudinario se privatizó Barajas y así sacan un dinerillo para ayudar a los bancos y a la patronal, que parece que tampoco les llega, porque con lo de bajar los impuestos no es suficiente. Todos hacia un crecimiento positivo que produzca a unos, mucho rendimiento, y a otros, rendirse.
Los controladores tampoco tenían suficiente con la rebaja a 200000 € brutos, tienen tantos gastos que al final de mes tienen que tirar de la VISA como todo el mundo, y es que el gobierno se pasa tres pueblos con las reducciones salariales. Seguro que unos y otros piensan ¡que se jodan! Y al final, todos jodidos. La gran jodienda general pero sin climax, ni corridas. España jodida, y casi todos pensando yo me bajo en la próxima.